Informa. El País.
La polémica por el decreto de pico y placa para vehículos de transporte especial de menos de cinco pasajeros continúa. A la protesta del pasado lunes, que generó caos vial en varios puntos de la ciudad, se le suma ahora una demanda al decreto interpuesta por las asociaciones que agremian el transporte especial en Cali: Acoltés, Fenaltrades, Asontraes y la Mesa del Transporte para el Turismo.
Según la abogada Liliana Leal, la demanda se basa en dos motivos: no hubo estudios previos sobre el transporte especial en Cali que sustentaran el pico y placa y, además, tampoco se expuso una motivación clara para establecer la medida.
“Todo decreto debe estar sustentado y debe responder a una motivación específica y en este caso no se cumple. Por eso presentamos la demanda de nulidad del decreto de pico y placa ante estos errores evidentes. El problema es que las administraciones no han entendido el funcionamiento y razón de ser del transporte especial en el país y por eso se equivocan con estas medidas”.
Sobre el papel, el transporte especial presta un servicio basado en un contrato escrito a un grupo de personas con cierta homogeneidad. Esa es la gran diferencia con otras modalidades de transporte. Una multinacional, por ejemplo, contrata a una empresa de servicio especial para que movilice a sus ejecutivos. Una licitación de Ecopetrol para transportar durante un año a sus ingenieros por todo el país puede costar $12.000 millones.
O un colegio hace lo mismo para que una empresa se encargue del transporte puerta a puerta de los estudiantes. Solamente en Bogotá, el servicio especial hace cinco millones de viajes al día movilizando a estudiantes. También puede suceder que un grupo de turistas contrate un transporte especial para hacer un recorrido por la región.
Y justamente ese, el tener un contrato previo que se debe cumplir a como dé lugar —las cláusulas de incumplimiento pueden llegar hasta el 30 % del contrato— es uno de los argumentos del gremio para asegurar que con el pico y placa al transporte especial no se descongestionarán las vías de Cali.
“Le pongo un ejemplo: entre nuestros clientes están los medios. Yo no le puedo decir a un periódico: ‘sus periodistas no pueden cubrir las noticias entre 6: 00 a.m. y 9:00 a.m., o entre 5:00 p.m. y 8:00 p.m. porque tengo pico y placa’. Incumpliría el contrato. ¿Entonces qué hago? O envío a hacer los recorridos a conductores con vehículos más grandes, que están exentos de pico y placa, pero que contaminan más e impactan en el tráfico, o busco carros relevos. Me voy a Palmira, a Buga, a Yumbo, y le solicito a empresas aliadas los carros que yo no puedo sacar por pico y placa. Así que la descongestión es cero”, dice Lupoani Sánchez, presidente a nivel nacional de la Asociación Acoltés.
Es decir: en Cali hay registrados 3619 vehículos que prestan el servicio de transporte especial y que tienen capacidad para menos de 5 pasajeros, los cobijados por la medida de pico y placa; 191 automóviles, 1332 camionetas doble cabina, 327 camperos y 1769 camionetas cerradas.
1500 empresas de transporte especial hay legalmente constituidas
en el país.
Se calcula que al día, por la restricción, saldrían de circulación 300 de estos carros, que las empresas repondrían con vehículos de otros municipios para cumplir los contratos, así que no bajaría la cantidad de estos carros en las calles.
Julio César Vergara, representante en Cali de Acoltés, considera, además, que la Alcaldía no está teniendo en cuenta que con esta medida podría afectar a un “grupo de ciudadanos muy delicados” como los pacientes no crónicos que son trasladados en estos vehículos a centros asistenciales.
“Los pacientes no crónicos son los que no necesitan llevar elementos como oxígeno, pero son pacientes que, por ejemplo, necesitan diálisis. Uno no le puede decir a estos usuarios: hoy tengo pico y placa, no lo puedo llevar a hacer la diálisis, porque de eso depende su calidad de vida. Otro tema que podría afectar la medida es el rescate de órganos.
Hay clínicas que nos contratan para transportar a los médicos que extraen los órganos de los donantes, y eso es algo que no tiene horario y no nos da espera. Algo parecido sucede con los pilotos. Nosotros trasladamos los pilotos desde los hoteles al aeropuerto y a veces tenemos hasta 20 servicios a la misma hora y no podemos decirle a la aerolínea: cancele el vuelo porque tengo pico y placa. Prestamos un servicio fundamental y eso se debe estudiar previamente antes de imponer las restricciones”.
Líderes del gremio también aseguran que el transporte escolar se podría ver afectado con la restricción. Hay zonas de ladera a donde no pueden ingresar vehículos grandes, los que están exentos de pico y placa, y entonces envían vehículos de hasta 5 pasajeros.
Según la Secretaría de Educación, Cali tiene 11.354 estudiantes con transporte escolar contratado con empresas del servicio especial.
¿Controlar la informalidad?
Juan Carlos Orobio, secretario de Tránsito de Cali, reconoce que el servicio especial se rige por un contrato que se debe cumplir, “pero también es cierto que algunos de estos carros están haciendo piratería, prestando servicios no autorizados. No hemos detectado un cartel de la ‘placa blanca’, pero sí hay una informalidad que tenemos que controlar. Algunos de estos carros trabajan como Uber”.
Héctor Arana, coordinador del Observatorio de Seguridad Vial, explicó, sin embargo, que no es posible determinar con exactitud cuántos carros de servicio especial han sido sancionados por piratería.
“Lastimosamente nuestra base de datos solo permite establecer las sanciones del servicio público y particular, no el especial”.
Las asociaciones del gremio reconocen en todo caso que lo de la piratería es cierto. Se han detectado algunos carros especiales haciendo recorridos no autorizados en la Vía al Mar.
También en teatros esperando a la gente que sale de cine, en los terminalitos, a las afueras de los supermercados, o trabajando como Uber.
Pero la piratería no es lo único fraudulento que se podría cometer en el transporte especial. Ha habido casos de empresas que se dedicaron a cobrarles a los dueños de los carros para afiliarlos en la compañía, pero que no hacían gestión para buscar contratos de transporte, así que el propietario se quedaba sin trabajo. Es un negocio millonario.
“Si una empresa cobra por carro afiliado $5 millones, y tiene 1000 carros, le entran $5000 millones sin hacer nada. Nosotros hemos demostrado que de las 1500 empresas de transporte especial que hay en el país, por lo menos 500 no cumplen con los requisitos y han cometido irregularidades”, dice Lupoani Sánchez, presidente de Acoltés.
Fredy Guayara, de Asontraes, asegura que se están estableciendo mesas de diálogo entre empresas y propietarios de carros para, precisamente, frenar los cobros injustificados e ilegales que algunas compañías están realizando.
También se ha detectado a ciertas compañías que ofrecen comisiones a las empresas y colegios que los contraten, y por ello se incrementan las tarifas para los usuarios y disminuyen, hasta en un 40%, los ingresos de los propietarios de los carros.
Y en Bogotá pasó que particulares comenzaron a comprar vehículos especiales para transportarse ellos mismos y evitar el pico y placa.
Por todo ello el Ministerio de Transporte expidió nuevas normas para regular al gremio, como el decreto 348 de 2015 o el 1079 del mismo año. Entre otras cosas, se congeló la capacidad transportadora de las empresas, es decir, que no pueden ingresar a su empresa vehículos nuevos, a no ser que sean buses y busetas o compren carros de otras empresas. Para que se expida una tarjeta de operación se deben demostrar los contratos.
“Todo esto demuestra que el transporte especial está regulado y entró en cintura con la nueva normatividad. Lo que deben hacer las autoridades es ejercer el control de la piratería, sancionar, no imponer medidas como pico y placa que afecta la prestación de un servicio fundamental para la gente”, reitera la abogada Liliana Leal, quien anunció que además de la demanda al decreto, se le pedirá al Concejo de Cali una sesión extraordinaria para que se le haga un control político al Alcalde.
“Se debe aclarar por qué involucraron a los vehículos del transporte especial en pico y placa. Además, el Concejo dijo que los vehículos particulares que pagaran una tasa de descongestión sí podían circular pese a la restricción. El Concejo dice que esto lo pueden hacer vehículos particulares, no los especiales, así que tampoco podríamos pagar la tasa de descongestión, que es para salvar al MÍO, por lo que no se entiende que nos hayan incluido en la medida”.
El Secretario de Tránsito aseguró que el pico y placa para vehículos especiales se estudiará durante tres meses y cumplido el plazo se determinará si la medida continúa vigente o no.
Demanda
Según los abogados que demandaron el pico y placa al transporte especial, “el Alcalde no cuenta con fundamentos técnicos que permitan involucrar a los vehículos clase automóvil, campero y camioneta que prestan el servicio público de pasajeros en la modalidad de transporte especial en la restricción de pico y placa”.
“La Alcaldía desconoce la realidad del transporte especial”.
Informa. El País.
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